Dios da vida a la seco
Día 15
“La mano del Señor vino sobre mí; su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, de un lado para otro. Pude ver que los huesos que cubrían el valle estaban muy secos y eran muchos. Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?». Y yo contesté: «Señor y Dios, tú lo sabes». Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! Así dice el Señor y Dios a estos huesos: ‘Yo haré entrar en ustedes espíritu y vivirán. Les pondré tendones, haré que les salga carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida. Así vivirán y sabrán que yo soy el Señor’ ”». Tal y como me lo ordenó, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé y vi que en ellos aparecían tendones, les salía carne y se recubrían de piel. ¡Pero no había espíritu en ellos! Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; profetiza al espíritu y dile: “Esto ordena el Señor y Dios: ‘Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán’ ”». Yo profeticé, tal como él me lo había ordenado y el espíritu entró en ellos; entonces vivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!” Ezequiel 37:1-10 NVI
Algo que nos recuerda este pasaje:
1. Escuchar la palabra de Dios. La fe viene por el oír dice su palabra y en este capítulo el versículo 4 el Señor le dice a los huesos que escuchen la palabra de Dios y es que cuando escuchamos la palabra de Dios volvemos a recobrar vida, no solo vida físicamente sino también espiritualmente y vida en nuestros llamados y ministerios.
2. Se va a escuchar ruido y se va a estremecer la tierra. En el versículo 7 el profeta Ezequiel menciona que se escuchaba un ruido que estremecía toda la tierra. En el proceso de Dios restaurar las diferentes áreas de nuestras vidas y ministerio se va a producir ese ruido que escucharán los que están a nuestro alrededor por lo que Dios está haciendo, porque los huesos secos no lo escuchaban ese ruido, pero el profeta y toda la tierra si en forma de testimonio de lo que el Señor estaba haciendo en ellos.
3. El Señor nos llama a la obediencia. En el versículo 9 el Señor le ordenó a Ezequiel que le profetizara a los huesos secos las palabras que Jehová le dijo y dice la Biblia claramente que Ezequiel obedeció y entonces les profetizó y vino sobre ellos el Espíritu de los 4 vientos y cobraron vida.
En estos 21 días de ayuno oro para que nuestro Abba Padre te revele el propósito para el cual fuiste creado desde el vientre de tu madre. Que tu vida espiritual cobre vida así como esos huesos secos de ese valle. Oro que a través de este ayuno te acercarás más al Señor y podrás reconocer su voz y obedecerle. Y en el nombre poderoso de Jesús se va toda incredulidad y falta de fe.
Contigo,
Vanessa